Desde elementos ornamentales en la antigua Roma hasta instalaciones, los ratones siempre se han introducido en los huecos del arte con los más variados significados. La Edad Media los estigmatizó relacionándolos con el demonio, en el renacimiento empezaron a interesar como especímenes científicos, en la pintura de principios del siglo XIX eran un guiño a la sensibilidad y la imaginación, las más radicales vanguardias de los sesenta y los setenta incluso emplearon sus cuerpos para construir "antiarte". Una prueba definitiva sobre el silencioso poder de la imagen del pequeño roedor a lo largo de la historia nos relaciona culturalmente con el trabajo de manifestaciones artísticas separadas en el tiempo y en el estilo. Des piezas arqueológicas del Perú precolombino o de la India como trabajos de Durero, El Bosco, Constable, Klimt, Beatrix Potter, Joan Miró, Andy Warhol, Art Spiegelman... En las 80 escogidas creaciones. Prosperidad, fertilidad, confianza... Convertido en un pompón con orejas, un ratón protagoniza una de las pinturas de Shibata Zeshin, artista japonés que sentía predilección por un animal asociado en el japón feudal con la prosperidad. Ilustrado en un manuscrito mongol del siglo XIV, protagoniza junto a un cuervo una fábula sobre la hermandad y la confianza. El Bosco, en El jardín de las delicias, también otorga al animal un pequeño espacio en el panel central del tríptico. Con significado poco claro, el pintor se podía referir con él a la fertilidad, pero también a la alquimia. Son físicamente diminutos, pero culturalmente tremendos. El británico Alastair Mackie construye una esfera con restos de ratones recogidos de un granero familiar en Cornualles, donde los buhos los comían a decenas de miles y desechaban los huesos y la piel. Empleando un lenguaje más clásico, el estadounidense Trey Friedman —atraido por la profunda y sincera mirada animal— pinta al óleo el rostro de un ratón marrón y blanco que parece enfrascado en sus pensamientos. "Están en todas partes. Después de todo son los mamíferon más comunes... Después de los humanos. Donde veas uno, significa casi con seguridad que hay una docena más a mano.
De su legado en las obras de arte, se puede decir lo mismo, físicamente diminutos, pero culturalmente tremendos" roedores.
Darío Salinas